Bienvenidos a mi blog sobre el análisis de cuatro poemas de cesar vallejo

Análisis de seis poemas de cesar vallejo

1. Análisis del poema "los heraldos negros"
1.1. Interpretación del poema:

El poeta nos habla de la vida y como esta nos castiga duramente la fe si se quiebra ante unos ojos inmisericordes, que ven cómo sufre el ser humano y no hace nada. Esos momentos son duros y derrotan al más fuerte. Ante la muerte nada se puede hacer porque lo arrasa todo. El dolor nos hace dudar de nuestra fe y de cómo debemos compartir el pan, esa fe, con los demás.

El poema nos habla también del miedo a lo desconocido, a la muerte, a que el pasado nos alcance y nos supere, nos haga sentirnos nada y nos haga desaparecer. Es un sentimiento que siempre está presente y no desaparece. Por eso, el poema termina de una manera circular, recordándonos que la pérdida de la fe es una constante cada vez más presente en la sociedad actual.
1. 2. figuras literarias:
A.    "Golpes como del odio de Dios."
Símil: se compara los golpes con la fuerza de Dios, quiere decir que son muy fuertes quizás letales de los cuales no hay escapatoria
B.    "Son pocos; pero son."
Anáfora: hace hincapié en “son pocos” se entiende que hay pocos golpes pero hay lo suficiente para sentir dolor otra vez.  
C.    "el rostro  más fiero y en el lomo más fuerte.
                  Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas."
Metáfora: se les atribuye características de los potros de Atilas se entiende que son fuertes y con gran maldad ya que Atilas fue el  más fuerte guerrillero de los hunos
D.   " Los heraldos negros que nos manda la muerte."
Prosopopeya: se le atribuyó una característica humana a la muerte, se entiende que son señales de la muerte que traen consigo sufrimiento.
F.    "El destino blasfema."
Prosopopeya: nos da a entender que el destino nos miente, nos habla mal de todo lo que pasa.
E.    "Y el hombre... pobre… ¡pobre!"
Anáfora: nos da a entender  la compasión y piedad hacia el hombre.
G.    "El hombro nos llama una palmada."
Prosopopeya: nos expresa la necesidad de una mano amiga.
H.    "Vuelve los ojos locos."
Prosopopeya: se entiende que al recordar todo lo que vivió sus ojos sienten una emoción.
I.    "Como charco de culpa."
Símil: se entiende  la comparación que hay  de que es gran culpa que siente por todo lo que vivió.de paliativo para lograr afrontar la adversidad.


2. Análisis del poema "la araña"
2.1. Interpretación del poema:
El tema del sufrimiento en el poema La araña por César Vallejo es demostrado de muchas maneras. La manera en que describen la situación sin esperanza de la araña ayuda a crear un sentimiento de compasión y pena por la araña. No nos deja mas opción que sentirnos mal por ella.
Empezamos a ver que el autor comienza a ver a la araña como un ser sufriendo en la segunda estrofa cuando dice, “Hoy la he visto de cerca. Y con qué esfuerzo hacia todos los flancos sus pies innumerables alargaba.” Piensa en cuanto le debe costar siquiera moverse mientras esta en dolor, le da pena ver tal sufrimiento en un pequeñito animal en el que usualmente ni piensa. En esta parte se usa una exageración irónica, porque dice que no importa cuán lejos los numerosos pies de la araña alcancen, nunca lograra hacer nada la pobre. En la tercera estrofa es donde se ve cuan poca esperanza hay para la araña, “Con tantos pies la pobre, y aún no puede resolverse. Y, al verla atónita en tal trance, hoy me ha dado qué pena esa viajera.” La araña definitivamente no tiene mas esperanza, ya que con tanto esfuerzo de tratar de pararse y salirse de su situación, aun no puede y permanece en ese ciclo de esforzarse y esforzarse sin llegar a ningún lado. El autor se da cuenta de esto y se siente mal por ella. En la ultima estrofa es donde se completa toda la ironía de la pobre araña, “Es una araña enorme, a quien impide el abdomen seguir a la cabeza. Y he pensado en sus ojos y en sus pies numerosos… ¡Y me ha dado qué pena esa viajera!” Esta parte resalta la ironía de este poema y situación porque se compara el tamaño y numero de piernas de tal araña con el sufrimiento y falta de esperanza que tiene. La idea y reputación de una araña enorme, espantosa e indestructible es bajada de nivel y ahora la araña es vista como una pobre víctima sufriendo de los accidentes del destino. La ironía envuelve a este poema completamente.
2.2. Figuras literarias:
A. Anáfora:
a."Es una araña…”

 Es repetida tres veces:
b.“… Me ha dado que pena esa viajera…”

Es repetida dos veces:
B.  Metáfora:
a.“…Los pilotos fatales de la araña…”

 Hace referencia a los ojos de la araña.
C. Hipérbole:
a.“…Sus pies innumerables…”

Exagera la cantidad de pies de la araña .
b.“…Ojos invisibles…”

Exagera la pequeñez de los ojos de la araña.
D. Epíteto:
Vallejo usa adjetivos precisos para estos sujetos en las siguientes frases:
a. “…ARAÑA enorme…”

b. “… Araña incolora…”

c. “…Pies innumerables…”

d. “…Ojos ion visibles…”

e. “…Pilotos fatales…”


f . “…Pies numerosos…”


3. Análisis del poema "el poeta a su amada"

3.1. Interpretación del poema:
El poeta siente que cada beso de la amada es un beso de entrega total, como Jesús se entregó a la Cruz, pero también la sensación de que la muerte está cerca. Cuando uno es consciente de la certeza de la muerte, por un lado lo vemos como algo triste y podemos sonreír a la vida.
También somos conscientes de nuestra humanidad y de que el final del camino es algo cierto, posible y real. El poeta expresa a su amada que el tiempo para dejar atrás lo triste, lo amargo y los besos, aunque más viejos, seguirá siendo besos, aunque la muerte esté cercana. El poeta desea morir a su lado, junto a ella, como una sola alma.

3.2. Figuras literarias:
A.  “Amada, en esta noche tú te has crucificado”
Sinécdoque:Quiere decir que en ese momento su amada ha fallecido
B.  “sobre los dos maderos curvados de mi beso”
Prosopopeya:Nos esta diciendo que le ha dado un ultimo beso a su amada y ha fallecido a su lado.
C.  “y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,”
Hipérbole: Es decir que es tan grande el dolor que que causa la muerte de su amada que hasta el mismo Jesús llora su muerte.
D.  “y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.”
Simil: Quiere decir que habrá mas momentos tristes que el “despido” entre el yo poético y su amada.
E.  ”En esta noche rara que tanto me has mirado,”
Hipérbole: Quiere decir que todavía le parece extraño que su amada haya fallecido ,sin embargo se “despidieron” sin apartar la vista uno del otro. 
F.  “la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.”
Prosopopeya: La muerte de su amada estuvo acompañada de una sensación de alegría , al saber que  su amada se iba y esa alegría lo a tocando en lo mas profundo.
G.  “En esta noche de setiembre se ha oficiado mi segunda caída y el más humano beso.”
Prosopopeya: Nos quiere decir que no es la primera vez que sufre por una muerte , sino que ya ha pasado algo similar que vendría hacer una“primera caída” y en este caso el yo poético se está refiriendo a este incidente como una “segunda caída”.
H.  “Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;”
Aliteración: El yo poético siente que no es posible vivir sin ella (su amada) y es tanto el dolor y el cariño que el siente hacia esta que no se quiere separar de ella.
I.  “se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;”
Sinécdoque: Trata de decirnos que poco a poco cuando el yo poético “muera” con ella todo la elevada amargura que siente al verla partir se ira evaporando, porque en esos momentos estará con ella.
J.  “y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.”
Metáfora: El yo petico quiere expresar aquí que no pretende vivir sin su amada y por ello cuando todo este ”oscuro” es decir en “sombra” el estará ahí con ella. 
K. “Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos;”
Metáfora: Es decir la amada ha “reprochado” (con la mirada lo ha acusado de algo)
L.  “ni volveré a ofenderte.”
Anáfora: El yo poético se siente culpable de apenado , ya que en algún momento a ofendido a su amada. 
M.  ”Y en una sepultura los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.”

Simil: El yo poético vuelve a recalcar que se quedara con su amada, y morirán juntos.


4. Análisis del poema " idilio el muerto"
4.1. Interpretación del poema:
El poeta recuerda su amada, que está en Perú, donde la cordillera. Se siente débil, con poca fuerza y la extraña. La tristeza lo envuelve y recuerda los cuidados de la amada en la casa. Tiene presente su persona, su forma de vestir y el recuerdo del sabor de su piel. Siente que, como él, también lo echará de menos y sentirá el frío de la distancia y la soledad.
En este breve poema, César Vallejo nos muestra la necesidad que tiene el ser humano del contacto con otras personas y más si éstas son la pareja de uno. La distancia es un obstáculo insalvable para los sentimientos. Por mucho amor que podamos sentir hacia la otra persona, cuando estamos lejos lo peor que se lleva es la distancia íntima, la pérdida del contacto de piel con piel.
 4.2 Figuras literarias:
A. Simil:
a. "la sangre, como flojo cognac..."
B. Metáfora:
a.   "...mi andina y dulce Rita..."
C. Sinécdoque:
a.   "...planchaban en las tardes blancuras por venir;.."
D. Prosopopeya:
a.   "...de su sabor a cañas de mayo del lugar..."
E. Anafora:
a.   "...y al fin dirá temblando: «Qué frío hay... Jesús!»
      y llorará en las tejas un pájaro salvaje."
F. Aliteración:
a.   "...sus manos que en actitud contrita..."
5. Análisis del poema "la cena miserable"
5.1. Interpretación del poema:
 En “La cena miserable”, Vallejo aprovecha la anécdota límite de la última cena, en la que Cristo, consciente ya de su final, se prepara a sí mismo y a sus discípulos para su muerte. En un último momento de comunión, Cristo da a comer su cuerpo y su sangre a todos los comensales. En este poema, Vallejo parece sumar a la última cena algunos motivos de esa otra última cena que fue la crucifixión, en la que Cristo vio, en efecto, su carne mordida y su sangre escanciada de su costado, bebida por la tierra. Antes de la muerte, Cristo emite sus famosas palabras. Recordémoslas: forman una pregunta retórica.




5.2. Figuras Literarias:
  V. 1-2 
“  “Hasta cuando estaremos esperando lo que no se nos debe…”
     Aquí  se  muestra  un metalogismo ya que  se ve una  contradicción. Se supone que si no se nos  debe  nada  por  lo  tanto  no tendríamos que esperar absolutamente  nada. Son ideas que se oponen.

   V. 2-3


    “¡Y en que recodo estiraremos nuestra pobre rodilla para siempre!”
     En  esta  parte  del  poema  observamos  un  metasemema  ya  que  hay  un  reemplazo.  La palabra  recodo  está  reemplazando   a caminos curvilíneos, caminos de curvas peligrosas. Por lo consiguiente  también  observamos un metasemema en “estiraremos nuestra pobre rodilla”  esto  está  reemplazando  a  morir  por lo que  en conclusión seria en  qué momento, en que curva peligrosa de la vida moriremos.



V.3-4 


“Hasta cuando la cruz que nos alienta no detendrá sus remos”

Aquí  observamos un metasemema, en este verso vemos un reemplazo en la palabra cruz, esto estaría reemplazando a ese dolor, ese sufrimiento causado durante nuestra vida. Ósea hasta cuando nuestro sufrimiento cesara, en qué momento nuestra vida se detendrá ante tanto sufrimiento.




    V.8


    “… con la amargura de un niño...”

   En    el  segundo   verso   de   la  estrofa   del   poema   “La cena miserable”  observamos un metasemema ;  el cual quiere reemplazar al enojo , la impotencia que el yo poético siente; esperando  de  manera  impaciente  que  el  momento  que  tanto  anhela  llegue y que esa necesidad que tiene sea saciada.



    V. 10-11


   “Y cuando nos veremos con los demás al borde, de una mañana eterna”

    Encontramos  un  metalogismo  en “una mañana eterna” ya que  es ilógico  que la mañana pueda  durar  de  manera  eterna.  Pues  el  tiempo transcurre  rápidamente.  El yo poético añora reunirse tal vez con su familia que no está junto a él, que perdió con el pasar del tiempo y asimismo satisfacer esa necesidad que tiene.



    V.12-13


   “Hasta cuando este valle de lagrimas; a donde yo nunca dije que me trajeran”

   Vemos un metasemema en “valle de lagrimas” el cual quiere reemplazar a un lugar triste donde el yo poético se encuentra; puede significar así mismo su vida. Se lamenta del sufrimiento por el cual pasa; pues él considera que otros son los causantes de su dolor.

   V.14-16
“De codos, todo bañado en llanto, repito cabizbajo y vencido: Hasta cuando la cena durara.”
Aquí observamos un metasemema, el yo poético se siente todo frustrado por el sufrimiento y se pregunta hasta cuando ese dolor continuara, inclinado, melancólico sin encontrar 
respuesta alguna siente que todo es en vano, sin motivos ni nada.
Cena hace referencia a la vida y como dice el titulo es una vida con el que él yo poético no está de acuerdo por el demasiado sufrimiento que existe en ella.



    V.18-19


   “...negra cuchara de amarga esencia humana, la tumba….”

    En esta estrofa encontramos un metasemema, negra cuchara de esencia humana vendría a ser lo oscuro, lo malo que pasamos en la vida, todo eso que no nos deja vivir un mundo de paz sino que a cada momento en la vida hay obstáculo que oscurecen nuestros días y sería mejor estar muertos ya que cuando morimos vamos a un hueco oscuro donde todo es una paz imaginaria.



    V.20-21


   “Y menos sabe ese oscuro hasta cuando la cena durara!”

   Acá observamos un metasemema, aquí el yo poético hace un reproche, sigue aun sin encontrar esa respuesta que quiere saber, hasta cuando la vida seguirá siendo oscura, llena de problemas, sufrimientos, en que momentos nos llegara el día de dejar la vida terrenal para ya no sufrir más.
   5.3. Metrica, rima asonante y consonante:
VERSOSSÍLABASRIMA
CONSONANTE
RIMA
ASONANTE
LA-CE-NA-MI-SE-RA-BLE7Aa
Has-ta-cuán-does-ta-re-mos-es-pe-ran-do-lo-que14Bb
no-se-nos-de-be...-Y-en-qué-re-co-does-ti-ra-re-mos15Cc
nues-tra-po-bre-ro-di-lla-pa-ra-siem-pre!-Has-ta-cuán-do15Dd
la-cruz-que-nos-a-lien-ta-no-de-ten-drá-sus-re-mos.14Cc
Has-ta-cuán-do-la-Du-da-nos-brin-da-rá-bla-so-nes14Ee
por-ha-ber-pa-de-ci-do!...7Ff
Ya-nos-he-mos-sen-ta-do7Gg
mu-choa-la-me-sa-con-laa-mar-gu-ra-deun-ni-ño14Hh
quea-me-dia-no-che-llo-ra-deham-bre-des-ve-la-do...13Gg
Y-cuán-do-nos-ve-re-mos-con-los-de-más-al-bor-de14Ii
deu-na-ma-ña-nae-ter-na-de-sa-yu-na-dos-to-dos!14Jj
Has-ta-cuán-does-te-va-lle-de-lá-gri-mas-a-don-de14Kk
yo-nun-ca-di-je-que-me-tra-je-ran.10Ll
De-co-dos3Jj
to-do-ba-ña-doen-llan-to-re-pi-to-ca-biz-ba-jo14Mm
y-ven-ci-do:-has-ta-cuán-do-la-ce-na-du-ra-rá.15Nn
Hayal-gui-en-queha-be-bi-do-mu-choy-se-bur-la12Ññ
ya-cer-ca-ya-le-ja-de-no-so-tros-co-mo-ne-gra-cu-cha-ra17Oo
dea-mar-gae-sen-ciahu-ma-na-la-tum-ba...10Pp
Y-me-nos-sa-be5Qq
e-seos-cu-rohas-ta-cuán-do-la-ce-na-du-ra-rá!14Nn
 6. El poema "los dados eternos"


6.1.Interpretación del poema:


La muerte de esta persona, Manuel González Prada, ha influido enormemente en el poeta. Su pérdida ha sido muy importante y, aunque muerto, el siente que todavía está presente en su vida. Es consciente de la fugacidad de la vida, que todos somos polvo y barro y que volveremos a la tierra en cualquier momento. El poeta hace referencia a la falta de Marías en este ensayista, pensador y poeta. Esto se debe a que estaba a favor de una educación laica, en la que la religión no tuviera cabida.


Sin embargo, para el poeta su figura tiene que ver mucho con la divinidad por la importancia que tuvo como hombre. No era una persona creyente y sin embargo influyó decididamente en la sociedad de su momento, desde muchos puntos de vista. César Vallejo llora su pérdida pero no quiere lutos y velas alrededor del cadáver porque no es lo que él querría. Para el poeta, la vida es un juego de azar en el que nosotros tiramos los dados y, en función de lo que salga, la muerte podrá venir o no a buscarnos.
6.2.Figuras Literarias:

“LOS DADOS ETERNOS”, se evidencia una metáfora. 
• símil “surgirán las ojeras de la Muerte, como dos ases fúnebres de lodo” y “Hoy que en mis ojos viejos hay candelas, como un condenado,” 
• sinestesia, “Noche sorda, oscura;” 
• adjetivación como son “inmensa sepultura”, “tomádote tu pan”, “barro pensativo”; “ojos viejos”; ”viejo dado…” y “al dar la suerte del universo todo” 
• La palabra muerte que se presenta con letra mayúscula “Muerte“ 
• uso de imágenes “Hoy que en mis ojos viejos ay candelas, como un condenado” y “en el hueco de inmensa sepultura” 
• metáforas “y jugaremos con el viejo dado” y “hueco de inmensa sepultura”
6.3.Metrica, rima asonante y consonante:
PRIMERA ESTROFA: Posee una métrica de 11-11-11-11 (endecasílabos). Es un verso libre. No presenta encabalgamiento. 
SEGUNDA ESTROFA: Posee una métrica predominante endecasílabos, debido a que en el segundo verso es heptasílabo. Es un verso libre con coincidencias consonánticas en la tercera estrofa No presenta encabalgamiento. Aspecto Métrico
TERCERA ESTROFA: Posee una métrica predominante endecasílaba, debido a que en el segundo y sexto verso son heptasílabos. Tiene una rima consonante, A-B-A-B-C- D-C´D (cruzada) La estrofa es una Octava Real. No presenta encabalgamiento. 
CUARTA ESTROFA: Posee una métrica de 11-11-11-11 (endecasílabos). Es un verso libre. No presenta encabalgamiento. Aspecto Métrico



ALFEIZER


Estoy cárdeno. Mientras me peino, al espejo advierto
que mis ojeras se han amoratado aún más, v que sobre
los angulosos cobres de mi rostro rasurado se ictericia la
tez acerbadamente.
Estoy viejo. Me paso la toalla por la frente, y un ra-
yado horizontal en resaltos de menudos pliegues, acentúa-
se en ella, como pauta de una música fúnebre, implaca-
ble … Estoy muerto.
Mi compañero de celda hase levantado temprano y está
preparando el té cargado que solemos tomar cada ma-
ñana, con el pan duro de un nuevo sol sin esperanza.
Nos sentamos después a la desnuda mesita, donde el
desayuno humea melancólico, dentro de dos porcelanas sin
plato. Y estas tazas a pie, blanquísimas ellas y tan lim-
pias, este pan aún tibio sobre el breve y arrollado mantel
de damasco, todo este aroma matinal y doméstico, me
recuerda mi paterna casa, mi niñez santiaguina, aquellos
desayunos de ocho y diez hermanos de mayor a menor,
como los carrizos de una antara, entre ellos yo, el último
de todos, parado junto a la mesa del comedor, engoma-
do y chorreando el cabello que acababa de peinar a la
fuerza una de las hermanitas; en la izquierda mano un
bizcocho entero ihabía de ser entero! y con la derecha
de rosadas falangitas, hurtando a escondidas el azúcar
de granito en granito …
¡Ay!, el pequeño que así tomaba el azúcar a la buena
madre, quien, luego de sorprenderle, se ponía a acariciar-
le, alisándole los repulgados golfos frontales:
Pobrecito mi hijo. Algún día acaso no tendrá a quién
hurtarle anícar, cuando 41 sea grande, y haya muerto su
madre.
Y acababa el primer yantar del día, con dos ardien-
tes lágrimas de madre, que empapaban mis trenzas naza-
renas.



FICHA DE ANÁLISIS


FICHA DE ANÁLISIS DATOS

BIBLIOGRÁFICOS:


• Autor: César Vallejo
• Biografía: Nació en Santiago de Chuco (La Libertad) el 16 de marzo de 1892. Sus padres fueron Don Francisco de Paula Vallejo Benites y de doña  María de los Santos Mendoza Gurriones. El poeta tuvo once hermanos, siendo el último de la familia y le llamaban SHULLCA. En 1900, estudió el primer año de primaria en la escuela municipal de Santiago Chuco. Posteriormente se traslada al Centro Escolar 271 donde finaliza la primaria. Estudió la secundaria en el Colegio Nacional de San Nicolás de Huamachuco. El 2 de abril de 1910 se matriculó en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo y para costear sus estudios universitarios trabajó como maestro primaria en el Centro Escolar 241, situado n la Plaza de Armas de Trujillo. En 1915  se gradúa de Bachiller en Letras, con la tesis “El romanticismo en la poesía castellana”. En 1917 enseñó en el Colegio Nacional de San Juan, donde fue profesor de  Ciro Alegría. En 1918, publicó su primera obra literaria “Los Heraldos Negros”. Posteriormente fue encarcelado injustamente. El 15 de noviembre de 1921 ganó un concurso literario organizado por “Entre Nous”, con su obra “Más allá de la vida y la muerte”. En 1922, publica su segundo poemario “Trilce”.  El 15 de marzo de  1923, publicó “Escalas Melografiadas”  y  el 17 de junio viajó a París (Francia) para no regresar nunca más al Perú. En 1925 colaboró en la revista de Lima “Mundial”. Del 19 de octubre al 13 de noviembre viajó la ruta: París – Berlín – Moscú – Budapest – Berlín – París.  El 19 de setiembre de 1929 viajó por segunda vez a la U.R.S.S. y regresó en la segunda quincena de noviembre. El 2 de diciembre la  Dirección de Seguridad General de Migraciones del interior de Francia expulsó a Vallejo de París.  En marzo de 1931 publicó la novela “El Tungsteno” y  en junio salió a la luz “Rusia en 1931”.  El 12 de febrero de 1932 regresó a París. El 11 de octubre se casó en París con la señorita Georgette, después de convivir varios años con ella.  El 2 de julio de 1937 viajó a España con su esposa Georgette para participar en el II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas en defensa de la cultura.  El 13 de marzo de 1938 cayó enfermo y al día siguiente se apoderó una fiebre. El  24 de marzo fue internado en la Clínica Araego, donde falleció el 15 de abril dejando su grandiosa obra poética que lo inmortalizó como el Poeta Universal. 
• Producción literaria: Lírico:- “Los Heraldos Negros”- “Trilce”- “Poemas Humanos”- “España, aparta de mí este cáliz” Narrativa:- “Fabla salvaje”- “Tungsteno”- “Escalas Melografiadas”,- “Paco Yunque”  Ensayos:- “Rusia, en 1931”- “Contra el secreto profesional”- “El arte y la revolución” Dramática:- “Entre dos orillas corre el río”- “Colacho Hermanos”- “Lockout”- “La piedra cansada”
 • Movimiento literario: Vanguardismo
• Contexto histórico social: Época Republicana

ANÁLISIS DE LA FORMA:

• Estructura de la obra
Presentación: Nudo,Desenlace
• Forma de expresión: Prosa
• Tipo de lenguaje: Lenguaje sencillo
• Vocabulario: cesó:  terminó, concluyó, finalizó circunspecto: prudente, sensato, cuerdo cuartilla: cuarta  parte de un pliego de papel desenfado: desahogo empellón: empujón fuerte que se da con el cuerpo para sacar de su  lugar.erguido: derecho, erecto 

ANÁLISIS DE CONTENIDO:

• Género literario: Narrativo
•Especie literaria: Cuento
•Tema:
• Características de personajes:
Personajes principales:  Los personajes principales que desarrollan las acciones centrales de la obra son:
Personajes secundarios:
• Tiempo: Pasado
• Espacio:
• Análisis del contenido:
En la obra de narrativa breve podemos encontrar muchas figuras literarias:
• Valores: • Gráficos representativos



PACO YUNQUE




Cuando Paco Yunque y su madre llegaron a la puerta del colegio, los niños estaban jugando en el patio. La madre le dejó y se fue. Paco, paso a paso, fue adelantándose al centro del patio, con su libro primero, su cuaderno y su lápiz. Paco estaba con miedo, porque era la primera vez que veía a un colegio; nunca había visto a tantos niños juntos.
Varios alumnos, pequeños como él, se le

acercaron y Paco, cada vez más tímido, se pegó a la pared, y se puso colorado. ¡Qué listos eran todos esos chicos! ¡Qué desenvueltos! Como si
estuviesen en su casa. Gritaban. Corrían. Reían
hasta reventar. Saltaban. Se daban de puñetazos.
Eso era un enredo.
Paco estaba también atolondrado porque en el
campo no oyó nunca sonar tantas voces de
personas a la vez. En el campo hablaba primero
uno, después oro, después otro y después otro. A
veces, oyó hablar hasta cuatro o cinco personas
juntas. Era su padre, su madre, don José, el cojo
Anselmo y la Tomasa. Eso no era ya voz de
personas sino otro ruido. Muy diferente. Y ahora
sí que esto del colegio era una bulla fuerte, de
muchos. Paco estaba asordado.
Un niño rubio y gordo, vestido de blanco, le
estaba hablando. Otro niño más chico, medio
ronco y con blusa azul, también le hablaba. De
diversos grupos se separaban los alumnos y
venían a ver a Paco, haciéndole muchas
preguntas. Pero Paco no podía oír nada por la
gritería de los demás. Un niño trigueño, cara
redonda y con una chaqueta verde muy ceñida en
la cintura agarró a Paco por un brazo y quiso
arrastrarlo. Pero Paco no se dejó. El trigueño
volvió a agarrarlo con más fuerza y lo jaló. Paco
se pegó más a la pared y se puso más colorado.
En ese momento sonó la campana, y todos
entraron a los salones de clase.
Dos niños –los hermanos Zumiga- tomaron de
una y otra mano a Paco y le condujeron a la sala
de primer año. Paco no quiso seguirlos al
principio, pero luego obedeció, porque vio que
todos hacían lo mismo. Al entrar al salón se puso
pálido. Todo quedó repentinamente en silencio y
este silencio le dio miedo a Paco. Los Zumiga le
estaban jalando, el uno para un lado y el otro para
el otro lado, cuando de pronto le soltaron y lo
dejaron solo.
El profesor entró. Todos los niños estaban de pie,
con la mano derecha levantada a la altura de la
sien, saludando en silencio y muy erguidos.
Paco sin soltar su libro, su cuaderno y su lápiz, se
había quedado parado en medio del salón, entre
las primeras carpetas de los alumnos y el pupitre
del profesor. Un remolino se le hacía en la
cabeza. Niños. Paredes amarillas. Grupos de
niños. Vocerío. Silencio. Una tracalada de sillas.
El profesor. Ahí, solo, parado, en el colegio.
Quería llorar. El profesor le tomó de la mano y lo
llevó a instalar en una de las carpetas delanteras
junto a un niño de su mismo tamaño. El profesor
le preguntó:
– ¿Cómo se llama Ud.?
Con voz temblorosa, Paco muy bajito:
– Paco.
– ¿Y su apellido? Diga usted todo su
nombre.
– Paco Yunque.
– Muy bien.

El profesor volvió a su pupitre y, después de


echar una mirada muy seria sobre todos los

alumnos, dijo con voz militar:

– ¡Siéntense!
Un traqueteo de carpetas y todos los alumnos ya
estaban sentados.
El profesor también se sentó y durante unos
momentos escribió en unos libros. Paco Yunque
tenía aún en la mano su libro, su cuaderno y su
lápiz. Su compañero de carpeta le dijo:
– Pon tus cosas, como yo, en la carpeta.
Paco Yunque seguía muy aturdido y no le hizo
caso. Su compañero le quitó entonces sus libros y
los puso en la carpeta. Después, le dijo
alegremente:
– Yo también me llamo Paco, Paco Fariña.
No tengas pena. Vamos a jugar con mi
tablero. Tiene torres negras. Me lo ha
comprado mi tía Susana. ¿Dónde está tu
familia, la tuya?
Paco yunque no respondía nada. Este otro Paco le
molestaba. Como éste eran seguramente todos los
demás niños: habladores, contentos y no les daba
miedo el colegio. ¿Por qué eran así? Y él, Paco
Yunque, ¿por qué tenía tanto miedo? Miraba a
hurtadillas al profesor, al pupitre, al muro que
había detrás del profesor y al techo. También
miró de reojo, a través de la ventana, al patio, que
estaba ahora abandonado y en silencio. El sol
brillaba afuera. De cuando en cuando, llegaban
voces de otros salones de clase y ruidos de
carretas que pasaban por la calle.
¡Qué cosa extraña era estar en el colegio! Paco
Yunque empezaba a volver un poco de su
aturdimiento. Pensó en su casa y en su mamá. Le
preguntó a Paco Fariña:
– ¿A qué hora nos iremos a nuestras casas?
– A las once. ¿Dónde está tu casa?
– Por allá.
– ¿Está lejos?
– Si…No…
Paco Yunque no sabía en qué calle estaba su casa,
porque acababan de traerlo, hacía pocos días, del
campo y no conocía la ciudad.
Sonaron unos pasos de carrera en el patio,
apareció en la puerta del salón, Humberto, el hijo
del señor Dorian Grieve, un inglés, patrón de los
Yunque, gerente de los ferrocarriles de la
“Peruvian Corporation” y alcalde del pueblo.
Precisamente a Paco le habían hecho venir del
campo para que acompañase al colegio a
Humberto y para que jugara con él, pues ambos
tenían la misma edad. Sólo que Humberto
acostumbraba venir tarde al colegio y esta vez,
por ser la primera, la señora Grieve le había dicho
a la madre de Paco:
– Lleve usted ya a Paco al colegio. No sirve
que llegue tarde el primer día. Desde
mañana esperará a que Humberto se
levante y los llevará juntos a los dos.
El profesor, al ver a Humberto Grieve, le dijo:
– ¿Hoy otra vez tarde?
Humberto con gran desenfado, respondió:
– Que me he quedado dormido.
– Bueno- dijo el profesor-. Que esta sea la
última vez. Pase a sentarse.
Humberto Grieve buscó con la mirada donde
estaba Paco Yunque. Al dar con él, se le acercó y
le dijo imperiosamente:
– Ven a mi carpeta conmigo.
Paco Fariña le dijo a Humberto Grieve:
– No. Porque el señor lo ha puesto aquí.
– ¿Y a ti qué te importa? –le increpó Grieve
violentamente, arrastrando a Yunque por
un brazo a su carpeta.

Yunque a su carpeta.


El profesor cesó de escribir y preguntó con voz

enérgica:

– ¡Vamos a ver! ¡Silencio! ¿Qué pasa ahí?
Fariña volvió a decir:
– Grieve se ha llevado a su carpeta a Paco
Yunque.
Humberto Grieve, instalado ya en su carpeta con
paco Yunque, le dijo al profesor:
– Sí, señor. Porque Paco Yunque es mi
muchacho. Por eso.
El profesor lo sabía esto perfectamente y le dijo a
Humberto Grieve:
– Muy bien. Pero yo lo he colocado con
Paco Fariña, para que atienda mejor las
explicaciones. Déjelo que vuela a su sitio.
Todos los alumnos miraban en silencio al
profesor, a Humberto Grieve y a Paco Yunque.
Fariña fue y tomó a Paco Yunque por la mano y
quiso volverlo a traer a su carpeta, pero Grieve
tomó a Paco Yunque por el otro brazo y no lo
dejó moverse.
El profesor le dijo otra vez a Grieve:
– ¡Grieve! ¿Qué es esto?
Humberto Grieve, colorado de cólera, dijo:
– No, señor. Yo quiero que Yunque se
quede conmigo.
– Déjelo, le he dicho.
– No, señor.
– ¿Cómo?
– No.
El profesor estaba indignado y repetía,
amenazador:
– ¡Grieve! ¡Grieve!
Humberto Grieve tenía bajo los ojos y sujetaba
fuertemente por el brazo a Paco Yunque, el cual
estaba aturdido y se dejaba jalar como un trapo
por Fariña y por Grieve. Paco yunque tenía ahora
más miedo a Humberto Grieve que al profesor,
que a todos los demás niños y que al colegio
entero. ¿Por qué Paco Yunque le tenía miedo a
Humberto Grieve? ¿Por qué este Humberto
Grieve solía pegarle a Paco Yunque?
El profesor se acercó a Paco Yunque, le tomó por
el brazo y le condujo a la carpeta de Fariña.
Grieve se puso a llorar, pataleando furiosamente
su banco.
De nuevo se oyeron pasos en el patio y otro
alumno, Antonio Gesdres, -hijo de un albañil-
apareció a la puerta del salón. El profesor le dijo:
– ¿Por qué llega usted tarde?
– Porque fui a comprar pan para el
desayuno.
– ¿Y por qué no fue usted más temprano?
– Porque estuve alzando a mi hermanito y
mamá está enferma y papá se fue al
trabajo.
– Bueno –dijo el profesor,, muy serio-.
Párese ahí. Y, además, tiene usted una
hora de reclusión.
Le señaló un rincón, cerca de la pizarra de
ejercicios.
Paco Fariña, se levantó entonces y dijo:
– Grieve también ha llegado tarde, señor.
– Miente, señor -respondió rápidamente
Humberto Grieve-. No he llegado tarde.
Todos los alumnos dijeron en coro:

Pero…¿los deja usted en alguna vasija con


agua?

– No señor. Están sueltos, entre los muebles.

Todos los niños se echaron a reír.
Un chico, flacucho y pálido, dijo:
– Mentira, señor. Porque el pez se muere
pronto, cuando lo sacan del agua.
– No, señor –decía Humberto Grieve-.
Porque en mi salón no se mueren. Porque
mi salón es muy elegante. Porque mi papá
me dijo que trajera peces y que podía
dejarlos sueltos entre las sillas.
Paco Fariña se moría de risa. Los Zumiga
también. El chico rubio y gordo, de chaqueta
blanca, y el otro cara redonda y chaqueta verde,
se reían ruidosamente. ¡Qué Grieve tan divertido!
¡Los peces en su salón! ¡Entre los muebles!
¡Como si fuesen pájaros! Era una gran mentira lo
que contaba Grieve. Todos los chicos exclamaban
a la vez reventando de risa:
– Ja! Ja! Ja! Ja! Ja! ¡Miente, señor! Ja! Ja!
Ja! Ja! ¡Mentira! ¡Mentira!
Humberto Grieve se enojó porque no le creían lo
que contaba. Todos se burlaban de lo que había
dicho. Pero Grieve recordaba que trajo dos peces
a su casa y los soltó en el salón y ahí estuvieron
muchos días. Los movió y se movían. No estaba
seguro si vivieron muchos días o murieron pronto.
Grieve, de todos modos, quería que le creyeran lo
que decía. En medio de las risas de todos, le dijo a
uno de los Zumiga:
– ¡Claro! Porque mi papá tiene mucha plata.
Y me ha dicho que va a hacer llevar a mi
casa a todos los peces del mar. Para mí.
Para que juegue con ellos en mi salón
grande.
El profesor dijo en alta voz:
– ¡Bueno! ¡Bueno! ¡Silencio! Grieve no se
acuerda bien, seguramente. Porque los
peces mueren cuando…
Los niños añadieron en coro:
– …se les saca del agua.
– Eso es –dijo el profesor.
El niño flacucho y pálido dijo:
– Porque los peces tienen sus mamás en el
agua y sacándolos, se quedan sin mamás.
– ¡No, no, no! –dijo el profesor-. Los peces
mueren fuera del agua, porque no pueden
respirar. Ellos toman el aire que hay en el
agua, y cuando salen, no pueden absorber
el aire que hay afuera.
– Porque ya están como muertos –dijo un
niño.
Humberto Grieve dijo:
– Mi papá puede darles aire en mi casa,
porque tiene bastante plata para comprar
todo.
El chico vestido de verde dijo:
– Mi papá también tiene plata.
– Mi papá también –dijo otro chico.
Todos los niños dijeron que sus papás tenían
mucho dinero. Paco Yunque no decía nada y
estaba pensando en los peces que morían fuera del
agua.
Fariña le dijo a Paco Yunque:
– Y tú, ¿tu papá no tiene plata?
Paco Yunque reflexionó y se acordó haberle visto
una vez a su mamá con unas pesetas en la mano.
Yunque dijo a fariña:
– Mi mamá tiene también mucha plata.

¿Cuánto? –le preguntó Fariña.


– Como cuatro pesetas.

Fariña dijo al profesor en voz alta:

– Paco Yunque dice que su mamá tiene
también mucha plata.
– ¡Mentira, señor! –respondió Humberto
Grieve- Paco Yunque miente, porque su
mamá es la sirvienta de mi mamá y no
tiene nada.
El profesor tomó la tiza y escribió en la pizarra
dando la espalda a los niños.
Humberto Grieve, aprovechando de que no le veía
el profesor, dio un salto y le jaló de los pelos a
Yunque, volviéndose a la carrera a su carpeta.
Yunque se puso a llorar.
– ¿Qué es eso? –dijo el profesor,
volviéndose a ver lo que pasaba.
Paco Fariña, dijo:
– Grieve le ha tirado de los pelos, señor.
– No, señor –dijo Grieve-. Yo no he sido.
Yo no me he movido de mi sitio.
– ¡Bueno, bueno! –dijo el profesor-
¡Silencio! ¡Cállese Paco Yunque!
¡Silencio!
Siguió escribiendo en la pizarra; y después
preguntó a Grieve:
– Si se le saca del agua, ¿qué sucede con el
pez?
– Va a vivir en mi salón –contestó Grieve.
Otra vez se reían de Grieve los niños. Este Grieve
no sabía nada. No pensaba más que en su casa y
en su salón y en su papá y en su plata. Siempre
estaba diciendo tonterías.
– Vamos a ver, usted, Paco Yunque –dijo el
profesor- ¿Qué pasa con el pez, si se le
saca del agua?
Paco Yunque, medio llorando todavía por el jalón
de los pelos que le dio Grieve, repitió de una
tirada lo que dijo el profesor:
– Los peces mueren fuera del agua porque
les falta aire.
– ¡Eso es! –decía el profesor-. Muy bien.
Volvió a escribir en la pizarra.
Humberto Grieve aprovechó otra vez de que no
podía verle el profesor y fue a darle un puñetazo a
Paco Fariña en la boca y regresó de un salto a su
carpeta. Fariña, en vez de llorar como Paco
Yunque, dijo a grandes voces al profesor:
– ¡Señor! ¡Acaba de pegarme Humberto
Grieve!
– ¡Sí, señor! ¡Sí, señor! –decían todos los
niños a la vez.
Una bulla tremenda había en el salón.
El profesor dio un puñetazo en su pupitre y dijo:
– ¡Silencio!
El salón se sumió en un silencio completo y cada
alumno estaba en su carpeta, serio y derecho,
mirando ansiosamente al profesor. ¡Las cosas de
este Humberto Grieve! ¡Ya ven lo que estaba
pasando por su cuenta! ¡Ahora habrá que ver lo
que va a hacer el profesor, que estaba colorado de
cólera! ¡Y todo por culpa de Humberto Grieve!
– ¿Qué desorden es ése? –preguntó el
profesor a Paco Fariña.
Paco Fariña, con los ojos brillantes de rabia,
decía:
– Humberto Grieve me ha pegado un
puñetazo en la cara, sin que yo le haga
nada.¿Verdad, Grieve?
– No, señor –dijo Humberto Grieve-. Yo no
le he pegado.
El profesor miró a todos los alumnos sin saber a
qué atenerse. ¿Quién de los dos decía la verdad?
¿Fariña o Grieve?
– ¿Quién lo ha visto? –preguntó el profesor
a Fariña.
– ¡Todos, señor! Paco Yunque también lo ha
visto.
– ¿Es verdad lo que dice Paco fariña? –le
preguntó el profesor a Yunque.
Paco Yunque miró a Humberto Grieve y no se
atrevió a responder, porque si decía sí, el niño
Humberto le pegaría a la salida. Yunque no dijo
nada y bajó la cabeza.
Fariña dijo:
– Yunque no dice nada, señor, porque
Humberto Grieve le pega, porque es su
muchacho y vive en su casa.
El profesor preguntó a los otros alumnos:
– ¿Quién otro ha visto lo que dice Fariña?
– ¡Yo, señor! ¡Yo, señor! ¡Yo, señor!
El profesor volvió a preguntar a Grieve:
– ¿Entonces, es cierto, Grieve, que le ha
pegado usted a Fariña?
– ¡No, señor! Yo no le he pegado.
– Cuidado con mentir Grieve. ¡Un niño
decente como usted, no debe mentir!
– No, señor. Yo no le he pegado.
– Bueno. Yo creo en lo que usted dice. Yo
sé que usted no miente nunca. Bueno.
Pero tenga usted mucho cuidado en
adelante.
El profesor se puso a pasear, pensativo, y todos
los alumnos seguían circunspectos y derechos en
sus bancos.
Paco Fariña gruñía a media voz y como queriendo
llorar:
– No le castigan, porque su papá es rico. Le
voy a decir a mi mamá.
El profesor le oyó y se plantó enojado delante de
Fariña y le dijo en alta voz:
– ¿Qué está usted diciendo? Humberto
Grieve es un buen alumno. No miente
nunca. No molesta a nadie. Por eso no le
castigo. Aquí todos los niños son iguales,
los hijos de ricos y los hijos de pobres. Yo
los castigo aunque sean hijos de ricos.
Como usted vuelva a decir lo que está
diciendo del padre de Grieve, le pondré
dos horas de reclusión. ¿Me ha oído
usted?
Paco Fariña estaba agachado. Paco Yunque
también. Los dos sabían que era Humberto Grieve
quien les había pegado y que era un gran
mentiroso.
El profesor fue a la pizarra y siguió escribiendo.
– ¿Por qué no le dijiste al señor que me ha
pegado Humberto Grieve?
– Porque el niño Humberto me pega.
– Y, ¿por qué no se lo dices a tu mamá?
– Porque si le digo a mi mamá, también me
pega y la patrona se enoja.
Mientras el profesor escribía en la pizarra,
Humberto Grieve se puso a llenar de dibujos su
cuaderno.Paco Yunque estaba pensando en su mamá.
Después se acordó de la patrona y del niño
Humberto. ¿Le pegarían al volver a la casa?
Yunque miraba a los otros niños y éstos no le
pegaban a Yunque ni a Fariña, ni a nadie.
Tampoco le querían agarrar a Yunque en las otras
carpetas, como quiso hacerlo el niño Humberto.
¿Por qué el niño Humberto era así con él?
Yunque se lo diría ahora a su mamá y si el niño
Humberto le pegaba, se lo diría al profesor. Pero
el profesor no le hacía nada al niño Humberto.
Entonces, se lo diría a Paco Fariña. Le preguntó a
Paco Fariña:
– ¿A ti también te pega el niño Humberto?
– ¿A mí? ¡Qué me va a pegar a mí! Le pego
un puñetazo en el hocico y le hecho
sangre. ¡Vas a ver! ¡Como me haga alguna
cosa! ¡Déjalo y verás! ¡Y se lo diré a mi
mamá! ¡Y vendrá mi papá y le pegará a
Grieve y a su papá también, y a todos!
Paco Yunque le oía asustado a Paco Fariña lo que
decía. ¿Cierto sería que le pegaría al niño
Humberto? ¿Y que su papá vendría a pegarle al
señor Grieve? Paco Yunque no quería creerlo,
porque al niño Humberto no le pegaba nadie. Si
Fariña le pegaba, vendría el patrón y le pegaría a
Fariña y también al papá de Fariña. Le pegaría el
patrón a todos. Porque todos le tenían miedo.
Porque el señor Grieve hablaba muy serio y
estaba mandando siempre. Y venían a su casa
señores y señoras que le tenían mucho miedo y
obedecían siempre al patrón y a la patrona. En
buena cuenta, el señor Grieve podía más que el
profesor y más que todos.
Paco Yunque miró al profesor que escribía en la
pizarra. ¿Quién era el profesor? ¿Por qué era tan
serio y daba tanto miedo? Yunque seguía
mirándolo. No era el profesor igual a su papá ni al
señor Grieve. Más bien se parecía a otros señores
que venían a la casa y hablaban con el patrón.
Tenían un pescuezo colorado y su nariz parecía
moco de pavo. Sus zapatos hacían risss-risss-
risss-risss, cuando caminaba mucho.
Yunque empezó a fastidiarse. ¿A qué hora se iría
a su casa? Pero el niño Humberto le iba a pegar a
la salida del colegio. Y la mamá de Paco Yunque
le diría al niño Humberto: “No, niño. No le pegue
usted a Paquito. No sea tan malo”. Y nada más le
diría. Pero Paco tendría colorada la pierna de la
patada del niño Humberto. Y Paco se pondría a
llorar. Porque al niño Humberto nadie le hacía
nada. Y porque el patrón y la patrona le querían
mucho al niño Humberto, y Paco Yunque tenía
pena porque el niño Humberto le pegaba mucho.
Todos, todos, todos le tenían miedo al niño
Humberto y a sus papás. Todos. Todos. Todos. El
profesor también. La cocinera, su hija. La mamá
de Paco. El Venancio con su mandil. La María
que lava las bacinicas. Quebró ayer una bacinica
en tres pedazos grandes. ¿Le pegaría también el
patrón al papá de Paco Yunque? Qué cosa fea era
esto del patrón y del niño Humberto. Paco
Yunque quería llorar. ¿A qué hora acabaría de
escribir el profesor en la pizarra?
– ¡Bueno! –dijo el profesor, cesando de
escribir-. Ahí está el ejercicio escrito.
Ahora, todos sacan sus cuadernos y copian
lo que hay en la pizarra. Hay que copiarlo
exactamente igual.
– ¿En nuestros cuadernos? –preguntó
tímidamente Paco Yunque.
– Sí, en sus cuadernos –le respondió el
profesor- ¿Usted sabe escribir un poco?
– Sí, señor. Porque mi papá me enseñó en el
campo.
– Muy bien. Entonces, todos a copiar.
Los niños sacaron sus cuadernos y se pusieron a
copiar el ejercicio que el profesor había escrito en
la pizarra.
– No hay que apurarse –decía el profesor-.
Hay que escribir poco a poco, para no
equivocarse.
Humberto Grieve preguntó:

¿Es, señor, el ejercicio escrito de los


peces?

– Sí. A copiar todo el mundo.

El salón se sumió en el silencio. No se oía sino el
ruido de los lápices. El profesor se sentó a su
pupitre y también se puso a escribir en unos
libros.
Humberto Grieve, en vez de copiar su ejercicio,
se puso otra vez a hacer dibujos en su cuaderno.
Lo llenó completamente de dibujos de peces, de
muñecos y de cuadritos. En la última página
dibujó estas figuras.1
Al cabo de un rato, el profesor se paró y preguntó:
– ¿Ya terminaron?
– Bueno –dijo el profesor-. Pongan al pie
sus nombres bien claros.
En ese momento sonó la campana del recreo.
Una gran algazara volvieron a hacer los niños y
salieron corriendo al patio.
Paco Yunque había copiado su ejercicio muy bien
y salió al recreo con su libro, su cuaderno y su
lápiz.
1
“Como puede verse, el niño más grande (quien en la sociedad
capitalista representa al más poderoso) jala la oreja de otro menor,
y a través de éste a todos los que siguen. El segundo niño, a su vez,
hace lo mismo; y así también los otros, menos el último, el más
pequeño y más débil (que es, en la sociedad capitalista, el ser más
miserable e indefenso). Mientras el más grande abusa de todos sin
que a él nadie le haga nada, el más pequeño no tiene ya a quien
tirarle la oreja y sufre toda la cadena de abusos, todas las
amarguras.” (Georgette de Vallejo)
Ya en el patio, vino Humberto Grieve y agarró a
Paco Yunque por un brazo, diciéndole con cólera:
– Ven para jugar al melo.
Lo echo de un empellón al medio y le hizo
derribar su libro, su cuaderno y su lápiz.
Yunque hacía lo que le ordenaba Grieve, pero
estaba colorado y avergonzado de que los otros
niños viesen cómo lo zarandeaba el niño
Humberto. Yunque quería llorar.
Paco Fariña, los dos Zumigas y otros niños
rodeaban a Humberto Grieve y a Paco Yunque. El
niño flacucho y pálido recogió el libro, el
cuaderno y el lápiz de Yunque, pero Humberto
Grieve se los quitó a la fuerza, diciéndole:
– ¡Déjalos! ¡No te metas! Porque Paco
Yunque es mi muchacho.
Humberto Grieve llevó al salón de clases las
cosas de Paco Yunque y se las guardó en su
carpeta. Después, volvió al patio a jugar con Paco
Yunque. Le cogió del pescuezo y le hizo doblar la
cintura y ponerse en cuatro manos.
– Estate quieto así –le ordenó
imperiosamente-. No te muevas hasta que
yo te diga.
Humberto Grieve se retiró a cierta distancia y
desde allí vino corriendo y dio un salto sobre
Paco Yunque, apoyando las manos sobre sus
espaldas y dándole una patada feroz en las
posaderas. Volvió a retirarse y volvió a saltar
sobre Paco Yunque, dándole otra patada. Mucho
rato estuvo así jugando Humberto Grieve con
Paco Yunque. Le dio como veinte saltos y veinte
patadas.
De repente se oyó un llanto. Era Yunque que
estaba llorando de las fuertes patadas del niño
Humberto. Entonces salió Paco Fariña del ruedo
formado por los otros niños y se plantó ante
Grieve, diciéndole:¡No! ¡No te dejo que saltes sobre Paco
Yunque!
Humberto Grieve le respondió amenazándole:
– ¡Oye! ¡Oye! ¡Paco Fariña! ¡Paco Fariña!
¡Te voy a dar un puñetazo¡
Pero fariña no se movía y estaba tieso delante de
Grieve y le decía:
– ¡Porque es tu muchacho le pegas y lo
saltas y lo haces llorar! ¡Sáltalo y verás!
Los dos hermanos Zumiga abrazaban a Paco
Yunque y le decían que ya no llorase y le
consolaban diciéndole:
– ¿Por qué te dejas saltar así y dar de
patadas? ¡Pégale! ¡Sáltalo tú también!
¿Por qué te dejas? ¡No seas zonzo!
¡Cállate! ¡Ya no llores! ¡Ya nos vamos a ir
a nuestras casas!
Paco Yunque estaba siempre llorando y sus
lágrimas parecían ahogarle.
Se formó un tumulto de niños en torno a Paco
Yunque y otro tumulto en torno a Humberto
Grieve y a Paco fariña.
Grieve le dio un empellón brutal a Fariña y lo
derribó al suelo. Vino un alumno más grande, del
segundo año, y defendió a fariña, dándole a
Grieve un puntapié. Y otro niño del tercer año,
más grande que todos, defendió a Grieve dándole
una furiosa trompada al alumno del segundo año.
Un buen rato lloverion bofetadas y patadas entre
varios niños. Eso era un enredo.
Sonó la campana y todos los niños volvieron a sus
salones de clase.
A paco Yunque lo llevaron por los brazos los dos
hermanos Zumiga.
Una gran gritería había en el salón del primer año,
cuando entró el profesor.. Todos se callaron.
El profesor miró a todos muy serios y dijo como
un militar:
– ¡Siéntense!
Un traqueteo de carpetas y todos los alumnos
estaban ya sentados.
Entonces el profesor se sentó en su pupitre y
llamó por lista a los niños para que le entregasen
sus cuartilla con los ejercicios escritos sobre el
tema de los peces. A medida que el profesor
recibía las hojas de los cuadernos, las iba leyendo
y escribía las notas en unos libros.
Humberto Grieve se acercó a la carpeta de Paco
Yunque y le entregó su libro, su cuaderno y su
lápiz. Pero antes había arrancado la hoja del
cuaderno en que estaba el ejercicio de Paco
Yunque y puso en ella su firma.
Cuando el profesor dijo: “Humberto Grieve”,
Grieve fue y presentó el ejercicio de Paco Yunque
como si fuese suyo.
Y cuando el profesor dijo: “Paco Yunque”,
Yunque se puso a buscar en su cuaderno la hoja
en que escribió su ejercicio y no lo encontró.
– ¿La ha perdido usted –le preguntó el
profesor- o no la ha hecho usted?
Pero Paco Yunque no sabía lo que se había hecho
la hoja de su cuaderno y, muy avergonzado, se
quedó en silencio y bajó la frente.
– Bueno –dijo el profesor, y anotó en unos
libros la falta de Paco Yunque.
Después siguieron los demás entregando sus
ejercicios. Cuando el profesor acabó de verlos
todos, entró de repente al salón el Director del
Colegio.
El profesor y los niños se pusieron de pie
respetuosamente. El Director miró como enojado
a los alumnos y dijo en voz alta:
– ¡Siéntense!

El Director le preguntó al profesor:


– ¿Ya sabe usted quién es el mejor alumno

de su año? ¿Ya han hecho el ejercicio

semanal para calificarlos?
– Sí, señor Director –dijo el profesor-.
Acaban de hacerlo. La nota más alta la ha
obtenido Humberto Grieve.
– ¿Dónde está su ejercicio?
– Aquí está, señor Director.
El profesor buscó entre todas las hojas de los
alumnos y encontró el ejercicio firmado por
Humberto Grieve. Se lo dio al Director, que se
quedó viendo largo rato la cuartilla.
– Muy bien –dijo el Director, contento.
Subió al pupitre y miró severamente a los
alumnos. Después les dijo con su voz un poco
ronca pero enérgica:
– De todos los ejercicios que ustedes han
hecho, ahora, el mejor es el de Humberto
Grieve. Así es que el nombre de este niño
va a ser inscrito en el Cuadro de Honor de
esta semana, como el mejor alumno del
primer año. Salga afuera Humberto
Grieve.
Todos los niños miraron ansiosamente a
Humberto Grieve, que salió pavoneándose a
pararse muy derecho y orgulloso delante del
pupitre del profesor. El Director le dio la mano
diciéndole:
– Muy bien, Humberto Grieve. Lo felicito.
Así deben ser los niños. Muy bien.
Se volvió el Director a los demás alumnos y les
dijo:
– Todos ustedes deben hacer lo mismo que
Humberto Grieve. Deben ser buenos
alumnos como él. Deben estudiar y ser
aplicados como él. Deben er serios,
formales y buenos niños como él. Y si así
lo hacen, recibirá cada uno un premio al
fin de año y sus nombres serán también
inscritos en el Cuadro de Honor del
Colegio, como el de Humberto Grieve. A
ver si la semana que viene, hay otro
alumno que dé una buena clase y haga un
buen ejercicio como el que ha hecho hoy
Humberto Grieve. Así lo espero.
Se quedó el Director callado un rato. Todos los
alumnos estaban pensativos y miraban a
Humberto Grieve con admiración. ¡Qué rico
Grieve! ¡Qué buen ejercicio ha escrito! ¡Ése si
que era bueno! ¡Era el mejor alumno de todos!
¡Llegando tarde y todo! ¡Y pegándoles a todos!
¡Pero ya lo estaban viendo! ¡Le había dado la
mano al Director! ¡Humberto Grieve, el mejor de
todos los del primer año
El Director se despidió del profesor, hizo una
venia a los alumnos, que se pararon para
despedirlo, y salió.
El profesor dijo después:
– ¡Siéntense!
Un traqueteo de carpetas y todos los alumnos
estaban ya sentados.
El profesor ordenó a Grieve:
– Váyase a su asiento.
Humberto Grieve, muy alegre, volvió a su
carpeta. Al pasar junto a Paco fariña, le echó la
lengua.
El profesor subió a su pupitre y se puso a escribir
en unos libros.
Paco Fariña le dijo en voz baja a Paco Yunque:
– Mira al señor, está poniendo tu nombre en
su libro, porque no has presentado tu
ejercicio. ¡Míralo! Te va a dejar ahora
recluso y no vas a ir a tu casa. ¿Por qué
has roto tu cuaderno? ¿Dónde lo pusiste?

FICHA DE ANÁLISIS

DATOS BIBLIOGRÁFICOS


  • Autor: César Vallejo
  • Biografía:
Nació en Santiago de Chuco (La Libertad) el 16 de marzo de 1892. Sus padres fueron Don Francisco de Paula Vallejo Benites y de doña  María de los Santos Mendoza Gurriones. El poeta tuvo once hermanos, siendo el último de la familia y le llamaban SHULLCA. En 1900, estudió el primer año de primaria en la escuela municipal de Santiago Chuco. Posteriormente se traslada al Centro Escolar 271 donde finaliza la primaria. Estudió la secundaria en el Colegio Nacional de San Nicolás de Huamachuco.
El 2 de abril de 1910 se matriculó en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo y para costear sus estudios universitarios trabajó como maestro primaria en el Centro Escolar 241, situado n la Plaza de Armas de Trujillo. En 1915  se gradúa de Bachiller en Letras, con la tesis “El romanticismo en la poesía castellana”. En 1917 enseñó en el Colegio Nacional de San Juan, donde fue profesor de  Ciro Alegría. En 1918, publicó su primera obra literaria “Los Heraldos Negros”. Posteriormente fue encarcelado injustamente. El 15 de noviembre de 1921 ganó un concurso literario organizado por “Entre Nous”, con su obra “Más allá de la vida y la muerte”. En 1922, publica su segundo poemario “Trilce”.  El 15 de marzo de  1923, publicó “Escalas Melografiadas”  y  el 17 de junio viajó a París (Francia) para no regresar nunca más al Perú. En 1925 colaboró en la revista de Lima “Mundial”. Del 19 de octubre al 13 de noviembre viajó la ruta: París – Berlín – Moscú – Budapest – Berlín – París.  El 19 de setiembre de 1929 viajó por segunda vez a la U.R.S.S. y regresó en la segunda quincena de noviembre. El 2 de diciembre la  Dirección de Seguridad General de Migraciones del interior de Francia expulsó a Vallejo de París.  En marzo de 1931 publicó la novela “El Tungsteno” y  en junio salió a la luz “Rusia en 1931”.  El 12 de febrero de 1932 regresó a París. El 11 de octubre se casó en París con la señorita Georgette, después de convivir varios años con ella.  El 2 de julio de 1937 viajó a España con su esposa Georgette para participar en el II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas en defensa de la cultura.  El 13 de marzo de 1938 cayó enfermo y al día siguiente se apoderó una fiebre. El  24 de marzo fue internado en la Clínica Araego, donde falleció el 15 de abril dejando su grandiosa obra poética que lo inmortalizó como el Poeta Universal. 

  • Producción literaria:
Lírico:
– “Los Heraldos Negros”, 1918
– “Trilce”, 1922
– “Poemas Humanos”
– “España, aparta de mí este cáliz”
Narrativa:
– “Fabla salvaje”, 1923
– “Tungsteno”, 1931
– “Escalas Melografiadas”,
– “Paco Yunque”
Ensayos:
– “Rusia, en 1931”, Madrid, 1931
– “Contra el secreto profesional”
– “El arte y la revolución”
Dramática:
– “Entre dos orillas corre el río”
– “Colacho Hermanos”
– “Lockout”
– “La piedra cansada”

  • Movimiento literario: Vanguardismo
  • Contexto histórico social: Época Republicana
Análisis de la forma

  • Estructura de la obra:
Presentación: Cuando Paco Yunque llega a la escuela por primera vez y es injustamente maltratado.
Nudo: cuando Humberto Grieve maltrata físicamente a Paco Yunque y le sustrae su tarea.
Desenlace: yunque llora desconsoladamente porque el profesor lo va a castigar.

  • Forma de expresión: Prosa
  • Tipo de lenguaje: Lenguaje sencillo
  • Vocabulario:
1.  algazara:  ruido de muchas voces juntas, que por lo común nace de alegría
2.  a hurtadillas:sin que nadie lo note
  • asordado: ensordecido
1.  atolondrado: aturdido
2.  aturdido: confundido,, desconcertado,  atolondrado
3.  aturdimiento:  perturbación de los sentidos por efecto de un golpe, de un ruido

  • bacinica: bacín  bajo y pequeño.
  • ceñido:ajustado, apretado
1.  cesó:  terminó, concluyó, finalizó.
2.  circunspecto:prudente, sensato, cuerdo
3.  cuartilla: cuarta  parte de un pliego de papel
  • desenfado: desahogo
  • empellón: empujón fuerte que se da con el cuerpo para sacar de su  lugar.
  • erguido: derecho, erecto
1.  enredo: desorden, lío
  • gerente: el que dirige los negocios en una sociedad o empresa mercantil
  • imperioso:  que manda con exigencia o necesidad
  • increpar:reprender con severidad y muy duramente
  • indignado:irritado, enojado
1.  instalado:establecido, ubicado
  • malhumorado: que está de mal humor
  • patalear: dar patadas en el suelo
  • patrón: señor, amo
  • pavonearse:hacerse uno  vana ostentación de su gallardía o de otras
1.  prendas, jactarse, vanagloriarse.
  • posaderas: nalgas
  • reclusión: encierro o prisión voluntaria o forzada
  • recluso:presidiario, preso
  • refunfuñar: hablar entre dientes o confusamente, en señal de enojo o disgusto
  • reojo:mirar con disimulo por encima del hombro.
  • repentino: impensado, pronto, de repente
  • sumirse: hundirse
  • tracalada: revuelta, muchedumbre de gente
  • traqueteo:movimiento de una persona o cosa que se golpea al transportarla.
  • trigueño: que tiene el color de trigo, o sea, entre moreno y rubio
  • tumulto:motín, alboroto, confusión producido por una multitud
  • venia:saludo inclinando ligeramente la cabeza
  • vocerío: algarabía, gritería
  • zarandear: agitar con prisa y ligereza.
  • Zonzo: tonto, insulso

Analisis del Contenido

  • Género literario: Narrativo
  • Especie literaria: Cuento
  • Tema:
El tema central o principal del cuento “es el maltrato que recibe Paco Yunque, un niño provinciano y pobre, por parte de Humberto Grieve, un niño rico.

  • Características de personajes:
Personajes principales:

Los personajes principales que desarrollan las acciones centrales de la obra son:
– Paco Yunque:  Es un niño provinciano que llega al colegio acompañado de su madre que trabaja como empleada de la familia Grieve.  Él es un niño que tiene baja autoestima, pero es estudioso y respetuoso. Paco es violentado constantemente por Humberto en el colegio.
– Humberto Grieve: es hijo del alcalde del pueblo. Tiene un carácter violento y es posesivo porque él cree que todo le pertenece y hasta Paco Yunque porque es su muchacho. También es mentiroso y tiene malas costumbres al apoderarse o robarse la prueba sobre los peces de Paco Yunque.

Personajes secundarios:

– Paco Fariña: Es compañero de carpeta de Paco Yunque. Es el que defiende a su amigo de las agresiones de Humberto Grieve. Es amigo de la justicia.
– Antonio Gresdes:  Es hijo del albañil. Él es castigado injustamente por el profesor por haber llegado tarde porque su madre estaba enferma
-Los hermanos Zumiga: Los que le llevaron a Paco Yunque a su salón del primer año de primaria cuando llegó por primera vez al colegio.
– Los alumnos del salón del primer año de primaria participan en las acciones de la obra
– Dorian Grieve: Es el padre de Humberto Grieve, El señor es un  hombre inglés, gerente de los ferrocarriles de la Peruvian Corporation y alcalde del pueblo
– El profesor:  Es un señor que tiene el cuello colorado y su nariz parece moco de pavo. Él es de carácter pasivo y como maestro es injusto cuando castiga a Antonio Gesdres por llegar tarde a clase y no a Humberto que también llega tarde casi todos los días.
– Director del colegio: Es el que premia a Humberto Grieve como el mejor alumno al ganar la prueba sobre los peces.

  • Tiempo: Pasado
  • Espacio:
  • Análisis del contenido:
El escritor César Vallejo utiliza los recursos literarios para darle mayor expresividad a su famoso cuento “Paco Yunque”.
En la obra de narrativa breve podemos encontrar muchas figuras literarias:
a.-Reduplicación:
-“El profesor gritaba: “!Grieve! ¡Grieve!”
-“¡Sí, señor¡ ¡Sí señor! ¡Grieve ha llegado tarde!”
-¡”Pcs¡ ¡Psc! ¡Silencio! ¡Vamos a ver!”
-“¡Bueno, bueno! –dijo el profesor”.
– “En el campo hablaba primero uno, después otro,  después otro y después otro”.
b.-Epanadiplosis:
-“¡Déjalo! ¡No llores! ¡Déjalo!”
c.-Enumeración:
-“Paco Yunque sin soltar  su libro, su cuaderno y su lápiz estaba en medio del salón muy aturdido”.
-“La cabeza se le hacía un remolino: niños, paredes amarillas, carpetas, silencio, sillas, el profesor”.
– “El niño Humberto era malo y pegaba pronto, a cada rato. En la calle. En el corredor también.    Y en la escalera.  Y también en la cocina,  delante su mamá y delante de la patrona”
d.-Epíteto:
– “Un niño rubio  y gordo, vestido de blanco, le estaba hablando. Otro niño, más chico, medio  ronco y con  blusa azul, también le hablaba. De diversos grupos se separaban los alumnos y venían a ver a Paco, haciéndole muchas preguntas (…)  Un niño trigueño, cara redonda y con chaqueta verde  muy ceñida en la cintura, agarró a Paco  por un brazo y quiso arrastrarlo”.
e.- Exclamativa:
-“¡Señor!  ¡Acaba de pegarme Humberto Grieve!”
– “¡Vas a ver! ¡Como me haga alguna cosa! ¡Déjalo y verás! ¡Y vendrá mi papá y le pegará a Grieve y a su papá también y a todos!”
f.- Interrogativa:
– “¿A ti también te pega el niño Humberto?”
– “¿Quién otro ha visto lo que dice Fariña?”
g.- Polisíndeton:
- Es la repetición de conjunciones, en este caso, “y”.
-“Un día nos metimos entre la arena y encontramos un pez medio vivo y lo llevamos a mi casa”
-“Señor, yo he cogido muchos peces y los he llevado a mi casa y  los he soltado en mi salón y no se mueren”.

  • Valores:
a.- Valor literario:
El cuento “Paco Yunque” de César Vallejo tiene un valor literario, a pesar de gozar de un estilo llano o sencillo. También hay que resaltar el manejo  del  lenguaje que hace el escritor para escribir con sencillez las acciones los personajes de la obra.  Vallejo logra crear  con eficiencia a los personajes que dan vida al cuento, ya que cada uno de ellos cumple  su papel a cabalidad. El ambiente donde se desenvuelven   los personajes, que es el colegio,  hace que el lector escolar se identifique con él. Todos estos elementos que maneja con destreza  y mesura el escritor van a sumar  literariamente a favor del cuento.

b.- Valor social:
      La obra “Paco Yunque” es realista y tiene un gran valor social ya que denuncia los atropellos inhumanos contra el niño Paco Yunque por parte de Grieve. Paco Yunque representa a todos los pobres abusados; Humberto Grieve, a los ricos abusivos. La obra es un caso del bullying que es un problema social latente.

c.- Valor moral
El valor  moral  que tiene el cuento es notorio  y esto se puede notar en el espíritu  del protagonista  Paco Yunque, sino también en Antonio Gesdres, Paco Fariña y otros.  Ellos optan por la obediencia, la humildad,  el respeto, la responsabilidad en el estudio,  la paz y el amor. La violencia y el odio no ocupan un espacio en los corazones de ellos y la prueba contundente es el comportamiento positivo que asumen dichos personajes en la obra.

APRECIACIÓN CRÍTICA:

  • Importancia de la obra:
  • Personaje valioso: Paco Yunque
  • Mensaje:
 El mensaje del cuento “Paco Yunque” es de denuncia social.  Paco Yunque representa a la clase social pobre de nuestra sociedad; mientras que Humberto Grieve, representa a la clase social alta. El autor nos presenta un cuadro inhumano en el cuento, donde se da el abuso excesivo que comete Humberto Grieve contra Paco Yunque.  En otras palabras, es un caso de bullying  el que escribe César Vallejo. 

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